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El Ayuntamiento de Alcañiz invertirá 57.000 euros en llevar a cabo unas obras de rehabilitación y aseguramiento de estructuras en la parte más deteriorada de la muralla de El Cuartelillo, a pie de cerro Pui Pinos. La zona fue sometida a trabajos de cata arqueológica e inspección, que detectaron un interesante cúmulo de edificaciones superpuestas en diversas épocas pero, asimismo, algunas deficiencias que en el caso de una esquina del muro precisan de una remodelación urgente. La obra tendrá un plazo de ejecución de un par de meses, se emplaza al pie de la esquina noroeste del muro, que da a Glorieta de Valencia, y servirá para poner en valor un elemento patrimonial importante y referente en el entorno del cerro.

Señala el pliego que tras las recientes catas practicadas en la base de esta zona del muro "se ha advertido la pérdida de masa tanto en la zarpa del muro como del propio terreno", lo que hace "del todo necesaria la intervención en la cimentación y en el rejuntado, así como la recuperación de la masa de los sillares". De este modo, los trabajos se dividen en dos partes: el mencionado recalce de la cimentación del muro y la reposición de piezas y mermas de la sillería. En el recalce del muro el proyecto propone el uso de un hormigón de cal con áridos naturales de modo que el resultado ofrezca una unidad cromática con la fábrica y el mortero existente. Igualmente, para la reconstrucción de las mermas en la sillería del muro se deberá emplear piedra arenisca de la zona con características similares a las de las piezas existentes.

El 9 de junio finaliza el plazo de presentación de ofertas para una intervención que deberá ajustarse a lo que se ha ido determinando en las catas arqueológicas, como corresponde a uno de los espacios patrimoniales más históricos y característicos de Alcañiz. La denominación popular conocida como El Cuartelillo deriva de la presencia constatada de forma documental de un antiguo cuartel en esa zona. En 1612 se tiene la primera constancia de la casa-palacio de Montoro utilizada como hospedaje de la congregación de Capuchinos en su primera toma de contacto directo con la ciudad con el objetivo de fundar un convento. Treinta años después, en 1642, podría haberse establecido un cuartel calificado como "pequeño" que sirvió como punto logístico en las operaciones militares frente a la sublevación de algunas tropas catalanas contra Felipe IV.

En 1737 ya al fin se tiene la primera referencia expresa de que el cuartel se encuentra ubicado efectivamente en esta casa-palacio de Montoro, que fue perdiendo lustre y acumulando desperfectos con el paso de las décadas hasta la puesta en marcha de diversos proyectos de remodelación durante el siglo XX. A lo largo del año pasado se realizaron catas arqueológicas a instancias del Ayuntamiento en las que se encontraron muros y cimentaciones del antiguo cuartel militar, que quedó abandonado en el XIX. Las catas han permitido conocer que en los siglos XV y XVI ya había presencia estable en esta zona, pero así mismo han atestiguado una serie de problemas de conservación que motivan acciones urgentes como la que acaba de salir a concurso, dentro de esta zona histórica que comunica el aparcamiento público de la calle Palomar con el paseo al pie del muro del Cuartelillo y las escaleras que descienden al Barrio de Santiago.

Obras de recalce en la muralla de El Cuartelillo

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Gobierno de Aragón

Ayuntamiento de Alcañiz