El Curso Interdisciplinar de Humanidades de la última semana de noviembre ha redescubierto la importancia del pasado judaico de Alcañiz.
En su edición número XII, la iniciativa del Instituto de Estudios Humanísticos (IEH, www.estudioshumanisticos.org) se ha dedicado al 600 aniversario de la Disputa de Tortosa, uno de los debates interreligiosos entre judaísmo y cristianismo más importantes y trascendentales en la Europa de la Edad Media. A través de diversas conferencias del Curso, en las que diversos investigadores han planteado tesis novedosas, se ha puesto de manifiesto que la judería alcañizana fue una de las más importantes de los siglos XIV, XV y XVI en Aragón, y que su influencia en la citada Disputa tortosina –promovida por Benedicto XIII, el papa Luna- fue decisiva para las conversiones masivas de judíos al cristianismo en el territorio aragonés tardomedieval. Además, según el profesor de Historia Medieval de la Universidad San Jorge (USJ) Miguel Ángel Motis Dolader –uno de los ponentes del Curso -, la importancia social y cultural de las escuelas judaicas de Alcañiz pudo ser clave también para el nacimiento y desarrollo de la corriente cultural, educativa y social que vinculó a la capital bajoaragonesa con lo más avanzado del Humanismo en la Europa del siglo XVI. A raíz de estas conclusiones, el Ayuntamiento de Alcañiz está estudiando la posibilidad de iniciar diversas prospecciones en parcelas de propiedad municipal del barrio de Santiago –donde Motis ubica la judería alcañizana- con el profesorado y alumnado del Módulo de Trabajos Auxiliares de Arqueología de la Escuela Taller Ciudad de Alcañiz II –impulsada por el consistorio, con financiación del INAEM-. Y el propio Motis ha asumido el compromiso de plasmar en un libro, que podría ver la luz en unos dos años, sus investigaciones sobre la importancia de los judíos de Alcañiz.
La ponencia del doctor Motis Dolader fue una de las que contó con mayor presencia de público –de hecho, todo el Curso ha tenido una afluencia muy notable- en las instalaciones municipales del Palacio Ardid, acaso por la vinculación local de la misma. Durante algo más de una hora, el experto mundial en judaísmo asombró con las conclusiones de sus investigaciones, en las que se ha basado, entre otras fuentes, en documentos del siglo XV del Archivo de Protocolos Notariales del Ayuntamiento de Alcañiz. Así, el profesor de la USJ explicó que uno de los artífices de la Disputa de Tortosa (1413-15), y de sus consecuencias en las masivas conversiones posteriores de judíos al cristianismo, fue el alcañizano Jerónimo de Santa Fe, converso a su vez y natural de la murciana villa de Lorca. Y, enlazando con el judaísmo de Santa Fe, de nombre hebraico Yehosüa' ben Yosef ibn Vives ha-Lorquí, desveló que probablemente llegó en su infancia a Alcañiz, adonde su padre le habría traído por la gran importancia y calidad docente de sus escuelas judaicas “en vez de ir a Zaragoza, como hubiera sido lógico por el cargo de su progenitor, diplomático de altísimo rango”. Otro de los avances investigadores de Motis se refirió a la existencia de dos sinagogas en la capital bajoaragonesa en el siglo XV, algo excepcional para una población de sus características y revelador de la influencia e importancia de su comunidad judía. Una comunidad que el investigador situó en el actual barrio de Santiago, especialmente en el entorno de las –actuales- calles Trinidad, Panfranco, callizo Amposta y callizo Trinquete, “a las faldas del poder, esto es, a los pies del castillo de la Orden de Calatrava”. Y aún fue más allá el profesor Motis al detallar la probable ubicación de uno de los dos templos judíos, el de mayor tamaño, “en lo que posteriormente sería un horno de la calle Trinidad”. En referencia a la importancia de esta sinagoga, el ponente citó que se había fundado en 1364 y estaba “llena de panes de oro”, esto es, ricamente ornamentada, lo que habría suscitado la envidia del arzobispo de Zaragoza, a quien el rey Pedro el Ceremonioso advirtió que no levantara “cuestiones odiosas o viejas” que pudieran enturbiar las buenas relaciones entre la comunidad judía de Alcañiz –prestamista- y los caballeros de Calatrava –prestatarios de aquélla y beneficiarios de la dinámica económica positiva inherente a los asentamientos judíos-, que apoyaban al rey aragonés frente a su homónimo castellano en la llamada “guerra de los dos Pedros”.
Así, a lo largo de seis de las diez actividades del Curso de la semana pasada –que, además de recordar la Disputa de Tortosa, homenajeó al catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza Javier Iso Echegoyen, con motivo de su próxima jubilación- se expusieron líneas investigadoras, históricas y documentales relativas a la controversia judeocristiana en los siglos XIV a XVI y a la influencia de un antisemitismo secular en la sociedad actual. Así, el catedrático de Filología Latina de la Universidad de Extremadura Eustaquio Sánchez Salor presentó “Los judíos y las cruzadas”, un interesante recorrido en la relación entre la cultura judaica y el cristianismo llegado a Jerusalén para liberarlo de la dominación sarracena; su homólogo en la Universidad de Cádiz y director del IEH, José María Maestre, expuso la “Influencia de la Disputa de Tortosa en el tratado antijudaico atribuido a Rodrigo Fernández de Santaella”, gran lección investigadora que desveló antiguos y ocultos plagios; la profesora de Filología Latina de la Universidad Autónoma de Barcelona Càndida Ferrero comentó sus “Notas al ‘Zelus Christe’ de Pedro de la Cavallería”, ahondando en la controversia religiosa en los territorios hispanos; Juan Gil, Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla y académico de la RAE impartió una clase magistral sobre “La implantación de la Inquisición en España”, cuya creación e impulso atribuyó mucho más a la castellana Isabel la Católica que a su consorte, el aragonés Fernando; el profesor de Historia Medieval de la Universidad San Jorge de Zaragoza y experto mundial en judaísmo, Miguel Ángel Motis Dolader, desgranó brillantes conclusiones en “Judíos y conversos en la villa de Alcañiz en el contexto de la Disputa de Tortosa: universos paralelos, identidades escindidas”; y el colofón del Curso, lo puso el estupendo documental ‘¿El estigma?’, en el que su director, Martí Sans –que asistió y comentó la proyección- desvela el antisemitismo de muchos de los comportamientos y tópicos actuales relativos al colectivo judío, fruto de siglos de adoctrinamiento manifiesto o latente.