La Ruta Íberos en el Bajo Aragón, marca principal del Consorcio, se ha consolidado como motor de desarrollo y dinamización del territorio.
Se han cumplido estos días los diez años de la constitución del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, formado por las veintidós instituciones fundadoras el 13 de marzo de 2007 –entre ellas, el Ayuntamiento de Alcañiz- y otras tres que se añadieron en 2011. Aprovechando el decenio de la creación, la entidad encabezada y promovida por la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón participó la semana pasada en el CaixaForum de Zaragoza en el II Congreso Nacional de Arqueología Profesional (CNAP 2017), un evento en el que se presentó el balance de sus dos décadas de funcionamiento; en este período, se ha consolidado como motor de desarrollo y de dinamización del territorio integrado en la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, ‘marca’ con la que el Consorcio difunde su actividad exterior.
El protagonismo ibérico bajoaragonés en el CNAP se desarrolló en dos comunicaciones ante más de setenta profesionales de toda España, ambas impartidas por el gerente del Consorcio, el arqueólogo alcañizano José Antonio Benavente. En la primera comunicación, el miércoles 5 de abril, Benavente valoró muy positivamente los diez años de existencia de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, durante los cuales “se ha demostrado que este proyecto de recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural ha contribuido al desarrollo general y a la dinamización cultural, social y económica del entorno en el que se ubica”. En su intervención de ayer, el arqueólogo y gerente de la entidad resumió las dos décadas de actuaciones e intervenciones del Consorcio, entre las que figuran “la recuperación, señalización y puesta en valor de una veintena de yacimientos arqueológicos, la creación y dinamización de once centros de visitantes y la colaboración con el tejido social y económico del territorio en ferias, jornadas, experiencias y materiales didácticos basados en el pasado íbero bajoaragonés”.
Desde su creación en 2007, tal y como explicó Benavente en el CNAP, el Consorcio ha basado su actuación en ejes como “la investigación y recuperación de yacimientos, la formación para el empleo en colaboración con el INAEM y los Ayuntamientos de Alcañiz y Andorra, la colaboración con centros escolares y la dinamización cultural y turística de recursos basados en nuestro valioso patrimonio prerromano”. Tras diez años de funcionamiento, la Ruta Íberos en el Bajo Aragón ha conseguido “una modélica divulgación de la cultura ibérica, recibimos alrededor de quince mil visitantes anuales en nuestros centros de interpretación y yacimientos, sin contar aquellas personas que visitan éstos últimos por propia iniciativa”.
Las actuaciones presentes y futuras del Consorcio pasan, según Benavente, por “la elaboración de un Plan Estratégico para los próximos años” y por la continuidad de programas ya iniciados, como los dedicados a la investigación arqueológica y a la divulgación y puesta en valor de los frutos de la misma. Éstos, como se ha demostrado, son abundantes y valiosos en el territorio que un día habitaron nuestros antepasados de hace dos milenios y que hoy podemos identificar con la Ruta de los Íberos del Bajo Aragón.
La segunda comunicación en el CNAP dedicada a esta Ruta y su Consorcio tuvo lugar el jueves 6 de abril, también impartida por José Antonio Benavente. En ella, el arqueólogo explicó una de las intervenciones concretas del proyecto bajo el título “El parque arqueológico de El Cabo de Andorra (Teruel): una respuesta singular a la destrucción del patrimonio ibérico”.
