El nombre de Alcañiz es de origen árabe (Al-Qannis) y su significado podría ser cañizo o las cañas. Una de las primeras menciones que encontramos de Alcañiz corresponde al periodo que va entre la primera conquista de Alfonso I en 1117, y la definitiva de Ramón Berenguer IV en 1157. Se trata del Cantar de Mio Cid.
Non lo tardó el que en buen ora nasco,
priso doscientos caballeros escollechos a mano,
fizo una correda la noch trasnochando;
tierras d´Alcañiz negras las va parando,
e a derredor todo lo va preando.
Al tercer día don ixo i es tornado
La Reconquista del Bajo Aragón fue pacífica y el proceso de repoblación lento. En 1179 Alfonso II concedió el castillo de Alcañiz y un amplio territorio a la Orden de Calatrava; no obstante, Alcañiz siguió teniendo sus representantes en Cortes y sus habitantes disfrutando de las prerrogativas marcadas en la Carta Puebla que otorgó Ramón Berenguer IV. Las relaciones entre la Orden y la Villa serían muy conflictivas a lo largo de la Edad Media e incluso de la Moderna, pero el conflicto más grave (la sublevación violenta de los habitantes de Alcañiz contra la Orden) se dio en la primavera de 1283: era el conflicto entre dos poderes, una villa y un concejo que se afianzaba frente a la presión señorial de la Orden de Calatrava.